miércoles, 31 de marzo de 2010

While You Were Sleeping

Siempre me ha gustado la actuación de Sandra Bullock, es por eso que me descargué esta película sin tener la más mínima idea de su contenido. Pero realmente me sorprendió, pues a pesar de ser una de las primeras películas de esta actriz, ya se evidencia todo su talento.

Acompañada por grandes actores como Bill Pullman o Peter Gallagher, nos muestra una historia de amor, tanto de pareja como familiar. La jóven Lucy que no tiene padres, por cosas del destino es confundida con la prometida de Peter, por lo cuál la familia del muchacho prácticamente la "adopta" en una época donde todos necesitamos amor, como son las navidades.
Vemos como las personas buscamos por naturaleza el amor y cuando encontramos esa fuente hacemos todo lo posible por no perderla aunque sea necesario mentir para ello.

Entre tanta confusión las cosas se complica cuando nuestra protagonista conoce a Jack, el hermano de Peter y poco a poco se enamora de él. Su vida se vuelve un caos para poder resolver todos los problemas que tiene. Pero finalmente puede con ellos.

Una película sencilla pero de las excelente comedias románticas de siempre, que seguramente le quitará a varios una sonrisa o un suspiro.
La gran moraleja es el valor que le debemos dar a la familia. Muchas veces intentamos hacer nuestra vida aislada de los nuestros, tratando de crear barreras antinaturales al hombre. No le damos la importancia que tienen. Este es el caso de Peter.
De igual manera hay personas como Lucy que han perdido todo amor fraternal, pero lo extrañan en demasía. Es por eso que al primer contacto no puede evitar dejar al lado la soledad y sentirse parte de una familia.
Y también el amor, como explica al final de la película, muchas veces planificamos nuestra vida, con quien nos casaremos, que haremos de grandes, pero concuerdo con la trama cuando dice que la vida no se planifica y le agregaría que simplemente se vive.

martes, 23 de marzo de 2010

La Carrera de la Globalización

En la actualidad estamos viviendo una época totalmente nueva, que ha dado un vuelco de 360º al mundo que antes conocíamos. Ya las distancias, los países, el lenguaje, la cultura o la moneda no son limitantes para la interacción de las personas. Estamos en una época de apertura.

A todo este proceso de transformación se le conoce como globalización. Pero ¿A qué se refiere este término? Anthony Giddens en su libro The Consequences of Modernity, la define como “La intensificación de las relaciones sociales mundiales que enlazan sitios distantes de forma tal que los sucesos locales están influidos por acontecimientos que ocurren a muchos kilómetros de distancia.”[1]

Pero realmente, como explica el Banco Mundial, no existe una definición exacta y ampliamente aceptada. Nos encontramos con opiniones enfrentadas y en vez de disminuir la cantidad de significados que se le atribuye, están en aumento.[2] Nos tenemos que basar en las características más representativas de la globalización para poder entenderla.

Entre ellas tenemos que existe un acortamiento de distancias por el tiempo que duramos en recorrerlo, ya sea física o electrónicamente; hay una “homogeneización cultural”, una sincronización de las demandas de consumo a nivel mundial; la pérdida de valor de los estados naciones concentrándose en núcleos regionales y la apertura al comercio internacional.[3]

Esto es lo que conforma el “manto global”.[4] Cuando surgió la palabra globalización “todo en ella nos parecía amable, promesa de progreso, de un mundo nuevo.”[5] Pero ¿Eso es lo que estamos viviendo? Aquí la respuesta está polarizada. Algunos la culpan de generar mayor desempleo y pobreza. Otros la ven como una manera de solucionar esos problemas[6] ¿Quién está en lo cierto?

Es necesario un análisis profundo de ambas posiciones, pues cada una tiene sus buenos argumentos de defensa. Comencemos con la versión de que la globalización es la es la solución a futuro de los problemas del subdesarrollo, la educación y el crecimiento económico, social y cultural de los países.

Este ángulo positivo nos muestra “un equilibrio en la dependencia mutua, un esfuerzo y un beneficio compartido, una especie de acuerdo entre caballeros, aceptado por todos los países del mundo para lograr el bien común.[7]

Un mundo donde la nueva tecnología sea la mano derecha, creando oportunidades para cambiar las condiciones de los países más pobres[8]. Ese es el ejemplo de Asia, en el cual “en una sola generación han superado la lucha diaria por una vivienda, una ropa y una comida”[9].

Todo se basaría en la pérdida de poder de los estados naciones, pasando a formar conglomerados regionales, que rijan el mercado internacional. Existiría entonces un hombre global, una cultura global, que nos igualaría a todos, haciendo que sea más fácil el intercambio de productos entre países, facilitando así que a nadie le falte nada.

Pero ¿Realmente esto cierto? ¿Se ha cumplido a totalidad? Sabemos que ya hemos avanzado, pues tenemos un sistema regional como es la Unión Europea, brindándoles grandes beneficios a los países miembros. Se puede considerar a Estados Unidos más que un estado-nación, pues la diversidad de culturas existentes en él es bastante grande.

Pero ¿Y lo países subdesarrollados? ¿Se han subido a la globalización? Kofi Annan explica que “la globalización es un tren de alta velocidad. Sólo se detiene allí donde los andenes están a su altura. Como muy pocos países disponen todavía de esos andenes, infraestructuras, instituciones, formación y democracia, el gran desafío consiste en construirlos lo mejor y lo antes posible[10].”

Lamentablemente esto es algo muy difícil de lograr. Y aquí viene la otra perspectiva, en la cual la globalización es el mal de nuestro tiempo y la causante de la mayor desigualdad social en el concierto de naciones.

Aquí se expone (de una manera un poco extremista) que “los más ricos necesitan explotar y exprimir a los que son más pobres para poder prosperar hasta el delirio, y los más pobres necesitan dejarse explotar para poder sobrevivir en sus desoladoras condiciones”[11]. Es decir, que la verdadera globalización está al alcance de los acaudalados[12].

Lo que pasa es que muchos países subdesarrollados tienen grandes obstáculos para entrar en la globalización, “ya sea por una deficiencia innata o por los obstáculos para las etapas de desarrollo hacia la era del consumismo masivo”[13].

Así, proponen que el mundo actual es una gran red de intercambio comercial, cultural y social, que es dirigido por diestras manos que ostentan el poder, un poder económico. Para ellos la globalización es como un gran negocio redondo, donde las fronteras no existen.

Es por estas ideas que surgen los movimientos de antiglobalización. Estos grupos extremistas “defienden desde la pequeña agricultura hasta un mundo sin ejércitos, la condonación de la deuda externa de los países pobres, el ecologismo, el anticapitalismo más duro o el anarquismo”[14].

Cada vez que se realizan las grandes cumbres internacionales, como la Conferencia de la Organización Mundial del Comercio, la Cumbre de la FAO o del G8, pequeños grupos violentos se presentan para defender su posición. Entre ellos tenemos Attac, Via Campesina, Don Vitalino, Environmental o Manos blancas[15].

Al analizar bien estos enfoques, me doy cuenta que no hay ninguno que me termine de convencer a cabalidad. Uno es arrastrado por un mundo ideal, por la falacia o la Utopía, mientras el otro, se basa en el odio, la exageración e incluso la violencia para justificarse. Ninguna de estas “globalizaciones” es la correcta.

Para mostrar mi planteamiento, primero que nada tengo que basarme de nuevo en Kofi Annan donde explica que “La globalización en abstracto no es ni buena ni mala. Sin las políticas adecuadas, tienen razón (puede agravar desigualdades), pero si se conduce bien el proceso, los beneficios pueden ser superiores a los riesgos”[16].

No podemos plantear aquí que este nuevo panorama mundial es totalmente bueno o totalmente malo. Como todo objeto o ser, tenemos nuestras fortalezas y debilidades. La globalización pueden ayudar (como ya ha hecho) a los países más pobres del mundo, pero no de la manera tan rápida y vertiginosa como se planteaba.

El problema está, a mí parecer, en que la tecnología, la sociedad, la economía, están creciendo de una manera inigualable y difícil de controlar. Para países como Estados Unidos o España, se sorprenden todavía con los grandes cambios que han existido en menos de 10 años ¿Qué esperar de un país como Haití o Zimbabue? Simplemente no tienen la capacidad para “subirse en el tren”.

Según el Banco Mundial “el grado de participación de los distintos países en la globalización también dista de ser uniforme. Para muchos de los países más pobres y menos desarrollados, el problema no radica en que la globalización los haga más pobres, sino en la amenaza de ser excluidos de ella”[17]

Este es el planteamiento más interesante que encontré. Realmente no es que la pobreza esté aumentando, sino que estos países del tercer mundo, están siendo excluidos. El promedio en el que están acrecentando su riqueza los países desarrollados, no se compara al de los más necesitados. Es cierto que el nivel de vida poco a poco mejora en Asia, pero no equivale a cómo crece en España.

Lo que tenemos aquí es una brecha en aumento, es decir, la parte negativa de la globalización. Sí está mejorando el nivel mundial, sí está disminuyendo la pobreza, pero es utópico imaginar que podremos llegar a un equilibrio total a nivel mundial.

Es como una carrera, los países más desarrollados salieron con horas o días de antelación y es ahora cuando los rezagados comienzan la partida ¿Podrán alcanzarlos? Yo creo que no, los primeros deportistas ya le tomaron el ritmo a la competencia, ya tienen conocimiento de todas sus habilidades y los que entraron en la pista apenas están reconociendo el terreno.

Entonces ¿Cuál es la solución? Ya la mayoría de las personas a nivel mundial conoce este panorama, o por lo menos participa activamente sin darse cuenta en la gran maquinaria de la globalización ¿Cómo garantizar entonces la óptima evolución de estos países en desarrollo? ¿Cómo garantizar la igualdad mundial?

Pienso que ya estamos determinados por naturaleza, no puede existir un mundo igualitario, así como no conseguiremos a dos personas totalmente iguales. Podemos garantizar el respeto a los ciudadanos, que se hagan cumplir sus derechos, pero eso no equivale a tener la misma condición económica, cultural o social.

Por lo tanto tampoco podemos garantizar esto en los estados-naciones. Personalmente creo que si podemos llegar a un equilibrio de fuerzas, que no exista un “pez grande” que se coma al pequeño. Garantizar que hasta el país más pobre no sea explotado. Para eso tenemos la valiosa ayuda de las ONG.

Y otra importante solución es la participación e incitar a la reflexión en la sociedad. Todos debemos estar conscientes de lo que pasa, para evitar ser simples títeres de la globalización. Es necesario adecuarnos a la tecnología pero sin olvidar nuestros valores. Ser conscientes de la situación que se vive a nivel mundial.

Informar a esos países más necesitados sobre lo que es la democracia, la paz que muchos tanto ansían. Si logran obtener estos principios básicos, les será más fácil poder subirse al tren. Más que realizar préstamos, necesitan conocimiento, campañas informativas, una guía.

No sirve de nada darle un carro a un niño porque no sabrá utilizarlo. De igual manera es necesario educar a las personas al mando de los países, para que puedan encaminar a su nación.
Así mi fórmula mágica para evitar los aspectos negativos de la globalización serían la democracia, la participación, la educación y la paz. Pienso que no es utópico si no algo de largo plazo.


Referencias
[1] Tomlinson, John. Globalización y Cultura. Oxford. México. 2001. Pag. 54.
[2] ¿Qué es la globalización? http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm
[3] Tomlinson, John. Op Cit. Pág. 3 y 7.
[4] Moreno, Óscar. El Ocaso Global. Pag 207.
[5]Ídem. Pag 202
[6] Globalización Justa. http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Mainpillars/Fairglobalization/
[7]La nueva Esclavitud. http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_mendicutti.html
[8] El tren de Kofi Annan - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[9] ¿Qué fue de la globalización? http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_annan.html
[10] El tren de Kofi Ananhttp://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[11] La nueva esclavitud - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_mendicutti.html
[12] Tomlinson, John. Globalización y Cultura. Oxford. México. 2001. Pag. 10
[13] Ídem. Pág. 75
[14] Radiografía del movimiento antiglobalización - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_radiografia.html
[15] Ídem.
[16] El tren de Kofi Anan - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[17] ¿Qué es la globalización? http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm

jueves, 18 de marzo de 2010

¿Qué estamoes esperando?

La situación política venezolana ha estado en la mira mundial en los últimos diez años. Las razones son muy diversas, pero lo que más resalta a la vista es un presidente al mando durante más de una década, que no se le ve fecha de salida próxima ni una oposición bien consolidada.

En el foro realizado por Luis Vicente León, pudimos tener un status claro de la actualidad venezolana. Aunque las próximas elecciones no sean presidenciales, cada paso que demos para unificar la oposición es fundamental para comenzar el largo camino para obtener una nueva Venezuela.

Hoy en día es cierto que la popularidad del presidente Hugo Chávez Frías ha descendido, desde un 75% en 2006, ha bajado hasta llegar cerca del 44% de aprobación nacional. Esto, como fue explicado, es debido a una serie de medidas tomadas a finales de 2009 y comienzos de este año, que ha afectado directamente a los ciudadanos.

Pero el Dr. León nos aclara que a pesar de esta pérdida, Chávez todavía es el vencedor, tiene fuerza. Muchos se preguntarán ¿Por qué? Pues, para que alguien pierda el cargo, tiene que existir otra persona que esté aumentando su aceptación en la población.

Estamos jugando, por lo tanto, una movida cerrada, se ha trancado el juego. Ya que a pesar de tener una ventaja, no está siendo aprovechada por la oposición venezolana Estamos cayendo en el mismo dilema de siempre, no se han analizado correctamente los resultados de las encuestas.

Los sondeos de opinión nos permiten tener una fotografía clara del pensar de la sociedad, por lo tanto, la mejor información certera para tomar decisiones que nos permiten resultados efectivos. La oposición venezolana debe entender el mensaje que están enviando claramente los ciudadanos. Necesitamos la unificación.

Ya no queremos más engaños ni falsas esperanzas de que el Presidente está perdiendo popularidad, esto no representa nada. El venezolano está dispuesto a cambiar, a recibir una nueva propuesta de plan de gobierno. Pero si no la tenemos no podemos apostar por ella.

Claro está que se están haciendo muchos avances en materia regional, pues hay partidos políticos que dominan en estados específicos, es un paso más en la batalla, pero así no se va a ganar la guerra.

Chávez ha tenido una tranquilidad absoluta todos estos años de gobierno, pues aunque ha tenido grandes golpes en su contra, sabe que sin un adversario real, no hay nada que temer ¿De qué sirve sacarlo del poder si no tenemos otra opción acorde a las necesidades venezolanas? Muchos pensaran que es “mejor malo conocido que bueno por conocer”. Y están en todo su derecho.

Entiendo que no es tan fácil llevar a la práctica mis planteamientos. Pero en pleno siglo XXI, donde conocemos gracias a las encuestas representativas bien realizadas, las opiniones y requerimientos de la sociedad actual ¿Por qué no tomarlas en cuenta y realizar un plan en torno a ellas?

Es indispensable poder ganar la mayor cantidad de puestos en la Asamblea Nacional el próximo 26 de septiembre, pero ¿Cómo hacerlo si no tenemos realmente por quién votar?

Pienso que a la oposición les hace falta pensar un poco en estrategia, incluso hablar con las grandes multinacionales para obtener algunos buenos datos de mercadeo. Ellos identifican qué es lo que quiere el consumidor, la manera más efectiva de satisfacerlo, realizando así un plan de mercadeo a corto o largo plazo, pero teniendo siempre en mente su objetivo.

Eso, a mi parecer, son los pasos que necesitamos seguir. Hay más de un 50% de los venezolanos que desean otra opción. Pues ¡Brindémoselos! Hay que realizar una verdadera mesa de la unidad. Entender que para un bien mayor son necesarios algunos sacrificios.

Lo que nos juega en contra es esa ambición de poder y de resaltar del ser humano. Cada partido desea triunfar sobre el otro, pero no entendemos que estamos en el mismo bando, unidos contra un enemigo. Esa es la estrategia, no otra.

Por lo tanto, utilizando de nuevo los sondeos de opinión, fácilmente podemos ver cuáles son las listas y los diputados con mayor aceptación en el momento que se considere conveniente y así poder escoger a los candidatos de la oposición. Una fórmula tan fácil como esa.

Ya hemos evidenciado, como Venezuela se ha unido en ciertos momentos contra el presidente, eso es lo que queremos, una alternativa ÚNICA, para contrarrestar la roja rojita. Ese es el camino del éxito.

Aunque no guste del todo el candidato opositor, sé que con tal de terminar este poder infinito, muchos ciudadanos serían capaces de votar por él. Claro, es necesaria una buena inversión en mercadeo, llevar al político a través de los mensajes claves que necesita la población. Crear un personaje acorde a los venezolanos, no a la clase media y alta, sino a todos.

No es imposible, tenemos esperanza de poder lograrlo, pues la esperanza es lo último que se pierde. Pero el método para mí más viable, es comprender realmente a la población, analizarla a profundidad, conocer nuestros “clientes”, para poder brindarle el producto adecuado.

Al final, una candidatura política tiene que ser la mayor campaña de mercadeo del país, tomando en cuenta todos los aspectos necesarios para vender a la mayor cantidad de gente el producto. Hoy en día tenemos muchas maneras de conseguir esto y las encuestas de opinión son las más grandes aliadas, así que… ¿Qué estamos esperando?

miércoles, 3 de marzo de 2010

Un lugar llamado Nothing Hill

Siempre me ha gustado esta película, la veía en trozos cuando la pasaban por la televisión, pero dediqué un tiempo a buscarla y así poder apreciarla como se merece.

Es protagonizada por Hugh Grant (mi actor favorito) y Julia Roberts, creando una química entre ellos impecable. En 1999 el director Roger Michell lanza este film, que trata de un amor un poco complicado entre William y Anna Scott.

Scot es una super estrella del cine, afamada y con un novio que la maltrata, mientras Will, es el típico hombre inglés dueño de una librería, tranquilo, penoso y con una vida común. Hasta que un día la actriz entra en su tienda cambiando su vida por completo.

Es una historia de amor no tan típica, ya que la química surge en el primer momento, pero no sigue el ritmo de las relaciones normales. Realmente me estresa un poco incluso. Cuando están juntos finalmente, al llegar al hotel está de sorpresa el novio de Anna (cosa que Will no sabía).

Un largo tiempo de separación. Luego huyendo por un escándalo, Anna recurre al apartamento de Will y luego de una noche maravillosa juntos, la prensa se entera de las travesuras de la artista y la acosan en la casa "de la puerta azul".

Otra división inevitable, pero cuándo Anna busca arreglar las cosas con Will, él ya está muy decepcionado de su amor, por lo cual la rechaza. Pero justo a tiempo cambia su desición, la busca y arreglan las cosas estando finalmente juntos.

Lo bonito de esta historia es que "el que persevera alcanza" o "lo que es del cura va a la iglesia". Dos expresiones muy coloquiales, pero pienso que representan totalmente la esencia de esta película. Apesar de todos los altibajos, debemos confiar que si el amor es verdadero podrá surgir, podrá tener ese "Final Feliz" que todos alguna vez hemos soñado.

Mi escena favorita de la película es el final, Anna embarazada recostada de Will que está leyendo en una banco del parque. Una escena realmente hermosa que evidencia que podemos lograr lo que anhelamos, que ambos pudieron conseguir ese sueño, una familia, su amor prevaleción apesar de todo.

martes, 2 de marzo de 2010

Tu estás aquí...

Quiero dedicar un breve post a esta canción de Jesús Adrián Romero y Marcela Gandara.

Esta canción me encanta gracias al momento en que la escuché por primera vez. Estuve trabajando en Servicio Comunitario con niños hospitalizados con VIH. Realmente un trabajo fuerte, ver a bebés de cinco meses ya con tratamiento para superar esta enfermedad.

Una niña de 6 añitos, la más alegre, risueña y llena de esperanza de todas las hospitalizadas, le pedía constantemene escuchar música a su madre. Mis compañeras y yo quisimos colocarle alguna movida para que bailara.

Pero fuertemente dice que quiere la de su mamá. Toma el teléfono y coloca a todo volumen está canción. Ella misma comenzó a cantarla con esa dulce voz llena de sentimientos indescriptibles. Cabizbaja la madre la acompaña ahora la interpretación también.

Mientras veía esta escena no podía evitar que unas lágrimas corrieran por mi rostro. Siempre hay esperanza de un día mejor. El ser humano busca de dónde aferrarse para poder superar las dificultades, y esta niña desde muy pequeña tiene más fe y esperanza que muchos de nosotros.

Lo que ella desconoce, es que ha tocado la vida de muchas personass, haciéndolas reflexionar y mejorar en muchos sentidos.

La esperanza siempre está presente... Pues dicen que la fe precede al milagro...

El Vencedor está solo - Paulo Coelho

Tuve la oportunidad de conseguir el nuevo libro de Paulo Coelho a buen precio (sí, los libros están muy caros) y no dudé ni un momento en comenzar a leer.

La verdad es que no pensaría que es una novela del autor brasilero, no sé porque, pero realmente siento que le falta un poco de la esencia que deja en todas sus obras, quizás es que está comenzando una nueva etapa literaria.
Nos muestra el mundo de la fama, el glamour, de la "Superclase" como él la denomina. Nos da un vistazo sobre la vida de las grandes modelos, productores adinerados, actrices que luchan por un sueño y como la "destrucción de mundos" pueden terminar con los mismos.
Relata la historia de Igor, un gran hombre de negocios, que perdió a su mujer Ewa, por culpa de su ajetreada vida. Decide desesperadamente volver a tener el amor de ella. Contrata a detectives privados y viaja a Cannes para verla de nuevo e incluso asesinar (acabar mundos) por su ex-esposa.
Es una mezcla de diversas historias que se entrelazan a medida que transcurre la trama, conocemos a los personajes secundarios que poco a poco Igor asesina de una manera muy tranquila, para al finar darse cuenta que Ewa no vale tanto esfuerzo ni tantas vidas, matando así a ella y su nuevo esposo.
Es una manera muy simple de resumir el libro. Lo que pasa es que en las obras de Paulo Coelho, uno termina con dolor de cabeza de tantas nuevas hipótesis interesantes, con muchas preguntas por ejemplo ¿Cómo utilizo esto para cambiar mi vida? ¿Podré hacerlo yo también? Es como una medicina que te abre los ojos a nuevos ámbitos jamás explorados.

Pero este caso sencillamente no fue así. Claro que la sencillez de su narración, la manera tan directa de encarar nuevas situaciones en el libro, está presente en todo momento.
Pero realmente no tengo mucho que decir. Así que les dejo como siempre mis citas favoritas:
"La gente nunca está satisfecha con nada. Si tiene poco quiere mucho. Si tiene mucho, todavía quiere más. Si tiene más, quiere ser feliz con poco, pero es incapaz de hacer esfuerzo alguno en ese sentido ¿Acaso no entiende que la felicidad es algo muy simple?"
"...No necesita el apoyo de nadie para justificar lo que hace; está convencido de que, si todo el mundo va a morir algún día, es lícito que algunos pierdan su vida en nombre de algo mayor. Ha sido así desde el inicio de los tiempos, cuando los hombres se sacrificaban para alimentar sus tribus..."
"Las palabras más importantes en todas las lenguas son palabras cortas. "Sí", por ejemplo. O "Amor". O "Dios". Son palabras que salen con facilidad y llenan espacios vacíos en nuestro mundo."