En la actualidad estamos viviendo una época totalmente nueva, que ha dado un vuelco de 360º al mundo que antes conocíamos. Ya las distancias, los países, el lenguaje, la cultura o la moneda no son limitantes para la interacción de las personas. Estamos en una época de apertura.
A todo este proceso de transformación se le conoce como globalización. Pero ¿A qué se refiere este término? Anthony Giddens en su libro The Consequences of Modernity, la define como “La intensificación de las relaciones sociales mundiales que enlazan sitios distantes de forma tal que los sucesos locales están influidos por acontecimientos que ocurren a muchos kilómetros de distancia.”[1]
Pero realmente, como explica el Banco Mundial, no existe una definición exacta y ampliamente aceptada. Nos encontramos con opiniones enfrentadas y en vez de disminuir la cantidad de significados que se le atribuye, están en aumento.[2] Nos tenemos que basar en las características más representativas de la globalización para poder entenderla.
Entre ellas tenemos que existe un acortamiento de distancias por el tiempo que duramos en recorrerlo, ya sea física o electrónicamente; hay una “homogeneización cultural”, una sincronización de las demandas de consumo a nivel mundial; la pérdida de valor de los estados naciones concentrándose en núcleos regionales y la apertura al comercio internacional.[3]
Esto es lo que conforma el “manto global”.[4] Cuando surgió la palabra globalización “todo en ella nos parecía amable, promesa de progreso, de un mundo nuevo.”[5] Pero ¿Eso es lo que estamos viviendo? Aquí la respuesta está polarizada. Algunos la culpan de generar mayor desempleo y pobreza. Otros la ven como una manera de solucionar esos problemas[6] ¿Quién está en lo cierto?
Es necesario un análisis profundo de ambas posiciones, pues cada una tiene sus buenos argumentos de defensa. Comencemos con la versión de que la globalización es la es la solución a futuro de los problemas del subdesarrollo, la educación y el crecimiento económico, social y cultural de los países.
Este ángulo positivo nos muestra “un equilibrio en la dependencia mutua, un esfuerzo y un beneficio compartido, una especie de acuerdo entre caballeros, aceptado por todos los países del mundo para lograr el bien común.[7]”
Un mundo donde la nueva tecnología sea la mano derecha, creando oportunidades para cambiar las condiciones de los países más pobres[8]. Ese es el ejemplo de Asia, en el cual “en una sola generación han superado la lucha diaria por una vivienda, una ropa y una comida”[9].
Todo se basaría en la pérdida de poder de los estados naciones, pasando a formar conglomerados regionales, que rijan el mercado internacional. Existiría entonces un hombre global, una cultura global, que nos igualaría a todos, haciendo que sea más fácil el intercambio de productos entre países, facilitando así que a nadie le falte nada.
Pero ¿Realmente esto cierto? ¿Se ha cumplido a totalidad? Sabemos que ya hemos avanzado, pues tenemos un sistema regional como es la Unión Europea, brindándoles grandes beneficios a los países miembros. Se puede considerar a Estados Unidos más que un estado-nación, pues la diversidad de culturas existentes en él es bastante grande.
Pero ¿Y lo países subdesarrollados? ¿Se han subido a la globalización? Kofi Annan explica que “la globalización es un tren de alta velocidad. Sólo se detiene allí donde los andenes están a su altura. Como muy pocos países disponen todavía de esos andenes, infraestructuras, instituciones, formación y democracia, el gran desafío consiste en construirlos lo mejor y lo antes posible[10].”
Lamentablemente esto es algo muy difícil de lograr. Y aquí viene la otra perspectiva, en la cual la globalización es el mal de nuestro tiempo y la causante de la mayor desigualdad social en el concierto de naciones.
Aquí se expone (de una manera un poco extremista) que “los más ricos necesitan explotar y exprimir a los que son más pobres para poder prosperar hasta el delirio, y los más pobres necesitan dejarse explotar para poder sobrevivir en sus desoladoras condiciones”[11]. Es decir, que la verdadera globalización está al alcance de los acaudalados[12].
Lo que pasa es que muchos países subdesarrollados tienen grandes obstáculos para entrar en la globalización, “ya sea por una deficiencia innata o por los obstáculos para las etapas de desarrollo hacia la era del consumismo masivo”[13].
Así, proponen que el mundo actual es una gran red de intercambio comercial, cultural y social, que es dirigido por diestras manos que ostentan el poder, un poder económico. Para ellos la globalización es como un gran negocio redondo, donde las fronteras no existen.
Es por estas ideas que surgen los movimientos de antiglobalización. Estos grupos extremistas “defienden desde la pequeña agricultura hasta un mundo sin ejércitos, la condonación de la deuda externa de los países pobres, el ecologismo, el anticapitalismo más duro o el anarquismo”[14].
Cada vez que se realizan las grandes cumbres internacionales, como la Conferencia de la Organización Mundial del Comercio, la Cumbre de la FAO o del G8, pequeños grupos violentos se presentan para defender su posición. Entre ellos tenemos Attac, Via Campesina, Don Vitalino, Environmental o Manos blancas[15].
Al analizar bien estos enfoques, me doy cuenta que no hay ninguno que me termine de convencer a cabalidad. Uno es arrastrado por un mundo ideal, por la falacia o la Utopía, mientras el otro, se basa en el odio, la exageración e incluso la violencia para justificarse. Ninguna de estas “globalizaciones” es la correcta.
Para mostrar mi planteamiento, primero que nada tengo que basarme de nuevo en Kofi Annan donde explica que “La globalización en abstracto no es ni buena ni mala. Sin las políticas adecuadas, tienen razón (puede agravar desigualdades), pero si se conduce bien el proceso, los beneficios pueden ser superiores a los riesgos”[16].
No podemos plantear aquí que este nuevo panorama mundial es totalmente bueno o totalmente malo. Como todo objeto o ser, tenemos nuestras fortalezas y debilidades. La globalización pueden ayudar (como ya ha hecho) a los países más pobres del mundo, pero no de la manera tan rápida y vertiginosa como se planteaba.
El problema está, a mí parecer, en que la tecnología, la sociedad, la economía, están creciendo de una manera inigualable y difícil de controlar. Para países como Estados Unidos o España, se sorprenden todavía con los grandes cambios que han existido en menos de 10 años ¿Qué esperar de un país como Haití o Zimbabue? Simplemente no tienen la capacidad para “subirse en el tren”.
Según el Banco Mundial “el grado de participación de los distintos países en la globalización también dista de ser uniforme. Para muchos de los países más pobres y menos desarrollados, el problema no radica en que la globalización los haga más pobres, sino en la amenaza de ser excluidos de ella”[17]
Este es el planteamiento más interesante que encontré. Realmente no es que la pobreza esté aumentando, sino que estos países del tercer mundo, están siendo excluidos. El promedio en el que están acrecentando su riqueza los países desarrollados, no se compara al de los más necesitados. Es cierto que el nivel de vida poco a poco mejora en Asia, pero no equivale a cómo crece en España.
Lo que tenemos aquí es una brecha en aumento, es decir, la parte negativa de la globalización. Sí está mejorando el nivel mundial, sí está disminuyendo la pobreza, pero es utópico imaginar que podremos llegar a un equilibrio total a nivel mundial.
Es como una carrera, los países más desarrollados salieron con horas o días de antelación y es ahora cuando los rezagados comienzan la partida ¿Podrán alcanzarlos? Yo creo que no, los primeros deportistas ya le tomaron el ritmo a la competencia, ya tienen conocimiento de todas sus habilidades y los que entraron en la pista apenas están reconociendo el terreno.
Entonces ¿Cuál es la solución? Ya la mayoría de las personas a nivel mundial conoce este panorama, o por lo menos participa activamente sin darse cuenta en la gran maquinaria de la globalización ¿Cómo garantizar entonces la óptima evolución de estos países en desarrollo? ¿Cómo garantizar la igualdad mundial?
Pienso que ya estamos determinados por naturaleza, no puede existir un mundo igualitario, así como no conseguiremos a dos personas totalmente iguales. Podemos garantizar el respeto a los ciudadanos, que se hagan cumplir sus derechos, pero eso no equivale a tener la misma condición económica, cultural o social.
Por lo tanto tampoco podemos garantizar esto en los estados-naciones. Personalmente creo que si podemos llegar a un equilibrio de fuerzas, que no exista un “pez grande” que se coma al pequeño. Garantizar que hasta el país más pobre no sea explotado. Para eso tenemos la valiosa ayuda de las ONG.
Y otra importante solución es la participación e incitar a la reflexión en la sociedad. Todos debemos estar conscientes de lo que pasa, para evitar ser simples títeres de la globalización. Es necesario adecuarnos a la tecnología pero sin olvidar nuestros valores. Ser conscientes de la situación que se vive a nivel mundial.
Informar a esos países más necesitados sobre lo que es la democracia, la paz que muchos tanto ansían. Si logran obtener estos principios básicos, les será más fácil poder subirse al tren. Más que realizar préstamos, necesitan conocimiento, campañas informativas, una guía.
No sirve de nada darle un carro a un niño porque no sabrá utilizarlo. De igual manera es necesario educar a las personas al mando de los países, para que puedan encaminar a su nación.
Así mi fórmula mágica para evitar los aspectos negativos de la globalización serían la democracia, la participación, la educación y la paz. Pienso que no es utópico si no algo de largo plazo.
Así mi fórmula mágica para evitar los aspectos negativos de la globalización serían la democracia, la participación, la educación y la paz. Pienso que no es utópico si no algo de largo plazo.
Referencias
[1] Tomlinson, John. Globalización y Cultura. Oxford. México. 2001. Pag. 54.
[2] ¿Qué es la globalización? http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm
[3] Tomlinson, John. Op Cit. Pág. 3 y 7.
[4] Moreno, Óscar. El Ocaso Global. Pag 207.
[5]Ídem. Pag 202
[6] Globalización Justa. http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Mainpillars/Fairglobalization/
[7]La nueva Esclavitud. http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_mendicutti.html
[8] El tren de Kofi Annan - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[9] ¿Qué fue de la globalización? http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_annan.html
[10] El tren de Kofi Ananhttp://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[11] La nueva esclavitud - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_mendicutti.html
[12] Tomlinson, John. Globalización y Cultura. Oxford. México. 2001. Pag. 10
[13] Ídem. Pág. 75
[14] Radiografía del movimiento antiglobalización - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_radiografia.html
[15] Ídem.
[16] El tren de Kofi Anan - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[17] ¿Qué es la globalización? http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm
[1] Tomlinson, John. Globalización y Cultura. Oxford. México. 2001. Pag. 54.
[2] ¿Qué es la globalización? http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm
[3] Tomlinson, John. Op Cit. Pág. 3 y 7.
[4] Moreno, Óscar. El Ocaso Global. Pag 207.
[5]Ídem. Pag 202
[6] Globalización Justa. http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Mainpillars/Fairglobalization/
[7]La nueva Esclavitud. http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_mendicutti.html
[8] El tren de Kofi Annan - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[9] ¿Qué fue de la globalización? http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_annan.html
[10] El tren de Kofi Ananhttp://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[11] La nueva esclavitud - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_mendicutti.html
[12] Tomlinson, John. Globalización y Cultura. Oxford. México. 2001. Pag. 10
[13] Ídem. Pág. 75
[14] Radiografía del movimiento antiglobalización - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_radiografia.html
[15] Ídem.
[16] El tren de Kofi Anan - http://www.elmundo.es/especiales/2001/07/sociedad/globalizacion/analisis_sahagun.html
[17] ¿Qué es la globalización? http://www.bancomundial.org/temas/globalizacion/cuestiones1.htm
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