La cantante calva (Ionesco) es un obra de teatro del siglo XX que es considerada por algunos como del Teatro del Absurdo. Se puede analizar desde muchas perspectivas, pero hoy lo enfocaremos en el problema entre ser ciudadano o ser individuos.
En esta obra se trata de ejemplificar a las sociedades "perfectas y rutinarias" donde todos los días y todas la gente es igual. Muchas veces ocurre que las personas somos más ciudadanos que individuos. Tendemos a hacer lo que "se debe hacer" por creencia o rutina social, en vez de ser individuos que decidamos realmente qué hacer con nuestras vidas.
Un ejemplo claro lo tenemos con el Sr. y la Sra. Martin, quienes al llegar a la casa de los Srs. Smith se sientan uno frente al otro y no recuerdan de dónde se conocen ¿En qué cabeza cabe? Se casaron simplemente porque era el próximo paso a seguir en la vida pública, no porque de verdad se conozcan y menos aún, se amen. Ionesco está cuestionando claramente la "sociedad de los ciudadanos".
El autor le da más relevancia al ser esclavo de la sociedad como una manera crítica y de alerta para que evitemos caer en ese mundo. El bombero, por ejemplo, es un ciudadano porque vive de la rutina, de buscar el fuego donde a veces no lo hay, de apagar cualquier cosa, porque simplemente es su trabajo.
Aunque está consciente del tiempo (a diferencia de los demás protagonistas de la obra), realmente lo que más le importa es el papel que desempeña en la sociedad. Por eso se aparece de casa en casa buscando el fuego que apagar.
De igual manera, Mary no reacciona de ninguna forma especial al verlo, pero luego recuerda que lo conoce y que fue su primer amor ¿No es algo propio de un ciudadano? Si fuese un individuo seguramente lo reconocería al instante.
Podemos decir entonces, que unas de las metas primordiales de la Cantante Calva (aunque no la única) es ser un crítica para que no seamos unos simples ciudadanos.
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